La meta
Lo peor de llegar a la meta es darse cuenta de que después de ésta no hay nada, de que se acabó el juego. Que sólo competías por el mero hecho de jugar. Que verdaderamente la meta era el propio juego. Así que como no sabemos si podremos correr otra carrera lo mejor será no ir con la vista fija en la meta corriendo a toda pastilla. Mejor ir dando un paseo. Correr sí, pero pudiendo disfrutar del paisaje que nos va sucediendo y haciendo los altos en el camino que nos sean necesarios.
R.S
Foto de Marta Pereyra
R.S

3 Comments:
Lo sentimos, quizá sea la hora, la falta de alimento...En fin, que si esto es para nosotras, no entendemos por qué. Explíquese, caballero!
Yo prefiero ponerme minimetas... ¿cómo se llama eso? metas volantes? etapas? Eso sí, me las tomo también con calma. Quizá cuando llegue a la meta última, ni tendré tiempo de pensar que ya se acabó todo.
Mi siguiente minimeta está vuela que vuela a los cuatro vientos. Como las cometas.. volando
Las metas dan mucho juego,son muy personales y de distintas clases,¿pero y si hubiera una isla sin metas?¿Y si hubiera una isla donde no ganar y no perder?La risa es sintomática de la crueldad humana,y a veces parece que no queda nada sagrado que nos divierta ya,cuando la meta no tiene sentido y ves más cerca el fin.¿Como dar sentido a la meta?¿Donde busco esa isla?
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