Hoy me levanté fatal, desvarío mental
Siempre que llueve no puedo parar de pensar en el agua que va a las alcantarillas. Pienso que el agua de lluvia se entremezcla con el cúmulo de aguas residuales que está estancado en el subsuelo de la gran ciudad, formando un torrente de inmundicia dispuesto a engullir todo aquello que se cruce a su paso. Surgen de esa masa, en mi cabeza, de donde provienen esos residuos: el orín del presidente de mi comunidad, las deposiciones de la mujer gorda del primero, el agua sucia de mi ducha, los excrementos de perro y todo aquello que barren los empleados de la limpieza. Los veo allí, entre el lodo, serpenteando en el laberíntico alcantarillado, y de él emergen las figuras de los creadores de esos detritos.
No paro de pensar que se unen, más y más los despojos de ciudades enteras; forman un tsunami de excrementos colectivo que desemboca en el río y este a su vez en el mar. La corriente va tiñendo de negro cualquier cosa que toca hasta llegar a la costa; donde como una gota de tinta en el agua al final todo lo oscurece.
Este desasosiego acaba por formar una tormenta que absorbe todo ese magma, el cielo se llena de nubes negras y acaba dando lugar a una lluvia torrencial que devuelve a la tierra toda la porquería que le ha dado. Se llenan todos los embalses y en ellos, aunque difusos, siguen estando los espíritus primigenios dueños de esa suciedad. Luego empiezo a pensar que yo bebo ese agua, y que por el grifo salen esos espíritus y me los trago dando así origen a un círculo vicioso del agua, o mas bien de podredumbre.
Con esto me doy la impresión a mi mismo de ser un psicótico exagerado, pero luego analizo la situación sin alejarme tanto, sin evadirme en la distancia de mares, cielos, tormentas y embalses. Sólo pienso en mi casa, en un cubo lleno de heces, orina, y agua sucia. Y en que lo meto en una maquina, llena de tubos transparentes y esos tubos dan muchas vueltas, van serpenteando y pasan por embudos y destiladores para terminar en un vaso de agua cristalina. La pregunta es ¿bebería de ese vaso?; lo hago cada día.
Supongo que no es lógico pensar en que lo que no veo no esta sucediendo. Pensar que el agua de mi grifo sale cristalina porque viene de un manantial puro de agua inacabable, es estúpido, pero es así, es lo que hago si no lo pienso. Y lo que mi mente hace no es asumir esa verdad sino olvidarla momentáneamente. ¿Cuántas cosas en la vida son así? ¿Cuántas cosas sabemos que no son como queremos que sean y por eso las olvidamos? ¿Es ese el principio que originó que se dijese que la felicidad está en la ignorancia o corazón que no ve es corazón que no siente? ¿Es este un momento de lucidez o de infelicidad? Bebo heces todos los días, moriré, el amor no existe, nada ni nadie trascendemos… mejor voy a volver a olvidar.
No paro de pensar que se unen, más y más los despojos de ciudades enteras; forman un tsunami de excrementos colectivo que desemboca en el río y este a su vez en el mar. La corriente va tiñendo de negro cualquier cosa que toca hasta llegar a la costa; donde como una gota de tinta en el agua al final todo lo oscurece.
Este desasosiego acaba por formar una tormenta que absorbe todo ese magma, el cielo se llena de nubes negras y acaba dando lugar a una lluvia torrencial que devuelve a la tierra toda la porquería que le ha dado. Se llenan todos los embalses y en ellos, aunque difusos, siguen estando los espíritus primigenios dueños de esa suciedad. Luego empiezo a pensar que yo bebo ese agua, y que por el grifo salen esos espíritus y me los trago dando así origen a un círculo vicioso del agua, o mas bien de podredumbre.
Con esto me doy la impresión a mi mismo de ser un psicótico exagerado, pero luego analizo la situación sin alejarme tanto, sin evadirme en la distancia de mares, cielos, tormentas y embalses. Sólo pienso en mi casa, en un cubo lleno de heces, orina, y agua sucia. Y en que lo meto en una maquina, llena de tubos transparentes y esos tubos dan muchas vueltas, van serpenteando y pasan por embudos y destiladores para terminar en un vaso de agua cristalina. La pregunta es ¿bebería de ese vaso?; lo hago cada día.
Supongo que no es lógico pensar en que lo que no veo no esta sucediendo. Pensar que el agua de mi grifo sale cristalina porque viene de un manantial puro de agua inacabable, es estúpido, pero es así, es lo que hago si no lo pienso. Y lo que mi mente hace no es asumir esa verdad sino olvidarla momentáneamente. ¿Cuántas cosas en la vida son así? ¿Cuántas cosas sabemos que no son como queremos que sean y por eso las olvidamos? ¿Es ese el principio que originó que se dijese que la felicidad está en la ignorancia o corazón que no ve es corazón que no siente? ¿Es este un momento de lucidez o de infelicidad? Bebo heces todos los días, moriré, el amor no existe, nada ni nadie trascendemos… mejor voy a volver a olvidar.
1 Comments:
Ahora sé por qué compraste ese filtro.
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