A remojo

Estoy a remojo con el corazon en la cuerda de tender la ropa
y no estabas sola.
Aprietas mis venas en tu afilada boca,
enterrando mi cuerpo en un soplido.
Ahora que tu no estás me voy a dar al vino
la culpa es de mi sino, herencia del destino.
Gemidos de placer q ahora se lleva el viento,
debajo de tu ombligo se llena mi lamento.
Ahora soy yo aquel en su mitad partido,
al que algunas ramas verdes le han salido.
Las provocó tu olvido.

Tumbao de cara a la pared,
se sus manchas de memoria,
mientras tu abres tus piernas y ya hay alguien que te folla.
En lo oscuro de tu silencio, en tu mar nado sin rumbo,
estoy seco de tu sabia me has hundido en este mundo.

Con los ojitos verdes y en la piel trigo molido,
has matado al animal que reposa en tu mente y borda tus quejidos,
borda tus quejidos.
R.S